27 noviembre 2010

Inicio de nueva etapa

Una nunca sabe cuándo las cosas pueden terminar y mucho menos de qué manera pueden hacerlo. El jueves 25 de noviembre nos comunicaron, a mi compañero psicólogo y a mi que nos cambiaban de ubicación dentro del centro penitenciario.

¿Motivos? Esta ha sido la solución que la dirección ha dado a un conflicto que alguien ha generado y potenciado. Nos han acusado (en contra de la opinión de la mayoría de compañeros) de crear mal ambiente, de no habernos coordinado con el resto de equipos de la unidad, y por ello nos destierran.

¿Consecuencias? 4 profesionales disgustados: los dos que nos vamos y los dos que vienen que no tenían pensado este cambio ni les apetece hacerlo; internos desatendidos durante un período de tiempo incierto (los nuevos profesionales tienen que hacerse con el funcionamiento de todo); programaciones y planteamientos dejados en el aire a la espera que los cambios se consoliden y un mayor malestar entre los que se quedan.

Después de días de reuniones y entrevistas individuales se ha tomado esta determinación. Espero que sea por el bien de la unidad y de los internos que allí viven. Por mi parte, recojo el testimonio del nuevo encargo como un reto, la oportunidad de aprender algo nuevo y de empezar una nueva etapa profesional.

Y aunque tengo claro que me echan, me voy con la seguridad de haber hecho bien mi trabajo y de intentar, en la medida de lo posible, generar un buen ambiente. Está claro que hay gente que no comparte esta opinión pero también soy consciente que hay muchos otros que sí lo creen. A todos ellos, GRACIAS.